Antes de nacer, el primer contacto de los niños con su entorno es el zumbido armonioso del cuerpo de su madre : pulsaciones, respiración y líquidos. Una vibración universal y global. Luego, escucha su voz y sus conversaciones y se conmueve con ellas. Un día aparece la música y presta sobre ella la mayor atención.
Así describen los investigadores el hechizo poderoso que sienten los seres humanos por los sonidos. La música es una dulce tentación en sus primeros años de vida, incluso, antes de su nacimiento. Y es aún más una fuente de estimulación neurológica, una invitación a la madurez emocional y un tránsito hacia la contemplación y la felicidad.
Puesto que el ser humano es un producto de su medio ambiente, saber cuáles son las melodías adecuadas para cada edad resulta muy útil para las madres y muy enriquecedor para sus hijos. Si estás embarazada o tienes niños en casa, preocúpate por comprender y motivar la presencia de la música en el entorno siguiendo estas recomendaciones:
La inducción armónica a la inteligencia
Durante su formación en el vientre materno, los niños se mantienen en estado de alerta. Por esa razón, las notas puras, precisas y rítmicas ocasionan reacciones positivas en los bebés que están en el vientre materno y en los niños pequeños.
En los años noventa, los investigadores estadounidenses Huges y Fino analizaron por computador la música de Mozart, Chopin, Bach y otros 55 músicos. Notaron entonces que las melodías, la métrica, el tono, el timbre y las frecuencias de la obra de Mozart estimulan en mayor grado el cerebro humano y activan las neuronas.
Las composiciones que logran una mayor incidencia a nivel cognitivo son las que poseen frecuencia alta, como Sonata para dos pianos en re mayor (conocida como K448) y los conciertos para violín 3 y 4.
Una guía armoniosa en la edad preescolar
Escucha y aprende junto a tu hijo las lecciones para piano, violín, viola, flauta traversa, flauta dulce, violonchelo, arpa, guitarra, contrabajo, canto, charango, tarka, mandolina y ocarina que ha publicado el método Suzuki para el aprendizaje musical.
Fue creado por el violinista y pedagogo musical japonés Shin'ichi Suzuki sobre la base de que la habilidad musical no es un talento innato, sino una destreza que se puede entrenar. Lo interesante es que, más que enseñar a los niños a que sean músicos, se les ayuda a desarrollar sus capacidades como seres humanos.
Este método se fundamenta en la filosofía del respeto hacia ellos como personas. Entre sus principios básicos se destacan la importancia del papel de los padres, el dar aliento cariñosamente y la escucha. Como madre esta es una manera estratégica de apoyar el crecimiento de tu hijo por medio de la música.
Alegría, ecología y cultura
La música no solo es estimulación temprana. También es un umbral hacia el conocimiento de uno mismo y del mundo. Ofrécele a tu hijo un ambiente relajante y feliz de jazz. Este ritmo favorece la demostración de los sentimientos: reír, gritar, ser libre; así como el cultivo de su creatividad y autoestima.
Los sonidos de la naturaleza, por otra parte, maravillan, tranquilizan y vislumbran un paisaje sonoro de infinitos espacios. Pediatras, sicólogos y neurólogos recomiendan los sonidos del mar, el canto de las ballenas, la caída del agua y la lluvia.
El rol de los padres es formar y guiar, así que indaga en nuevos ritmos, investiga y escucha, aprende a la vez que enseñas. Ábrete a conocer desde la música tribal hasta la experimental y de vanguardia. Siéntela y revisa cuáles les transmiten beneficios físicos, síquicos y sensoriales.
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